Por Gaby Arriaga-Leonardo1452
Uno de los campos interesantes para aquellos y aquellas #futurehunters interesados en la detección de tendencias para entender qué cambios se avecinan en el futuro cercano es el de los eventos musicales en vivo. Como sabemos, una de las consecuencias de la pasada emergencia sanitaria por COVID-19 fue la suspensión de los grandes eventos masivos, incluidos los conciertos. En un escenario post-pandémico, las personas muestran la necesidad de volver a experimentar colectivamente la música y en medio de ese ánimo renovado los artistas y empresas organizadoras de eventos ofrecen nuevas experiencias basadas en desarrollos tecnológicos y nuevas propuestas conceptuales. A continuación, hablamos de algunas de estas nuevas tendencias en conciertos musicales.
Una de las tendencias más disruptivas que poco a poco va cambiando el rostro de los conciertos es la realidad aumentada (RA). En esencia, la RA consiste en superponer elementos digitales al mundo real, creando experiencias híbridas y envolventes.
Hace algunos años, grandes cantidades de personas tuvieron su primer contacto con la RA por medio de Pokemon GO. Hoy en día, ese mismo principio de superposición de elementos en el entorno físico y visualización a través del uso de aplicaciones comienza a operar en eventos musicales y quizás el ejemplo más notorio fueron los recientes conciertos de la banda Gorillaz, la cual en el marco del lanzamiento de Skinny Ape montó en conjunto con la compañía Nexus Studios un show innovador ni más ni menos que en Times Square y Piccadilly Circus.
Desde letras flotantes que se sincronizan con la música hasta efectos visuales que interactúan con el entorno físico del concierto, la realidad aumentada convierte el lugar del evento en un mundo multidimensional que podría incluso re-definir en qué tipo de lugares se lleven los conciertos en el futuro.
En un mundo con una realidad económica compleja, en donde además la economía misma de la producción musical ha cambiado, los grandes conciertos musicales han aumentado considerablemente su precio. Si bien hoy los fanáticos de los grandes actos musicales pueden a menudo acceder a presentaciones vía internet, acudir a las presentaciones en vivo es algo que de momento no es asequible para todos. En ese contexto, los músicos tienden a ofrecer experiencias especiales y en algunos casos personalizadas que se correspondan con los elevados costos.
En este rubro, uno de los mejores ejemplos para ver cómo se desenvuelve esta tendencia es la gira Eras de Taylor Swift. Al tiempo que los boletos para acudir a las presentaciones de Swift se han elevado, la artista ofrece “paquetes” a sus asistentes, dentro de los cuales ofrece la recepción personalizada de distintos tipos de merchandising. De igual forma, la cantante ofrece presentaciones de más de tres horas de duración dentro de las cuales ofrece una experiencia conceptual que crea una narrativa que atraviesa sus distintas eras como compositora y añade además elementos visuales espectaculares y el uso de pulseras LED que reaccionan a la música y crean una atmósfera inmersiva para los asistentes. Estos elementos, a su vez, se combinan con dinámicas sociales que emergen del acertado marketing de los artistas como las llamadas pulseras de amistad.
Desde un tiempo atrás, artistas como Bjork han intentado hacer compatibles sus presentaciones con la consciencia social y ambiental. Esto ha dado pie a una tendencia naciente dentro de los tours musicales conocida como eco-touring, la cual, como se puede intuir por su nombre, tiene que ver con reducir el impacto ambiental de las grandes giras y conciertos musicales.
Una de las bandas que ha llevado el concepto de eco-touring a un nuevo nivel es Coldplay. Este grupo británico ha llevado una estrategia en conjunto con la empresa de logística DHL que ha permitido reducir a la mitad la huella ecológica de sus giras y que está basada en distintas acciones que van desde la utilización de material re-utilizable para la construcción de sus escenarios, hasta la instalación de pistas de baile y bicicletas estacionarias “kinéticas” para la producción de energía dentro de los recintos.
En la medida en que la conciencia ambiental crezca entre artistas y público, es muy posible que veamos crecer esta tendencia en el futuro cercano.
Las nuevas entradas electrónicas (e-tickets) para conciertos representan un cambio en la forma en que se entregan y gestionan las entradas para eventos de música en vivo. Las entradas electrónicas, o boletos electrónicos, se han vuelto cada vez más populares debido a su conveniencia y seguridad. Estos boletos digitales se entregan electrónicamente al correo electrónico o dispositivo móvil del cliente, eliminando los boletos físicos y el desperdicio de papel.
En México, la necesidad de producir un boletaje más seguro se produjo luego de casos recientes de fraudes masivos como en los conciertos llevados en 2023 por Bad Bunny. Luego de los cuestionamientos en torno a la seguridad, la empresa Ticketmaster en México ha lanzado un nuevo tipo de boletos digitales que se distinguen, ante todo, por implantar sistemas de seguridad más rígidos.
Algunas de las características de estos nuevos boletos son códigos que se renuevan cada quince minutos y transferencias vía una aplicación oficial de la empresa para evitar falsificaciones y dar seguridad a las personas de que sus boletos son reales. En el futuro cercano, sin duda, lo normal será contar con una aplicación en la que se integre la compra, generación y transferencia de boletos.
Atender un concierto musical hoy en día puede ser una experiencia rica para aquellos observadores que aplican #NearFutureThinking. Las nuevas tecnologías, dinámicas sociales, propuestas conceptuales y de logística, nos pueden dar una pauta de lo que se aproxima en el futuro cercano.