Hola, Future Hunters. Como saben, en Leonardo1452 tenemos como principal vocación anticiparnos a las tendencias que marcarán el futuro cercano. Anticipar el futuro es una labor compleja pero que también puede ser divertida. En este sentido, presentamos la iniciativa Near Future Cinema, un espacio en donde, de la mano de especialistas de distintas disciplinas, nos adentramos en el futuro y las tendencias a través del análisis de narrativas innovadoras del cine y el mundo de las series. Lo más importante para mí es que podamos crear un espacio de reflexión para toda la comunidad de Leonardo1452 en el que comprendamos más sobre lo que viene a través de las series y películas que disfrutamos. Comenzamos esta serie de entregas multiformato analizando el primer capítulo de la sexta temporada de una serie con una perspectiva interesante de lo que podría venir en el futuro como Black Mirror. ¡Bienvenidas y bienvenidos!
Mira las letras chiquitas
Joan, una mujer común, descubre una noche que su vida ha sido convertida en una serie protagonizada por Salma Hayek en una plataforma de streaming. En esta primera edición de Near Future Cinema, platico con Engel Fonseca (CEO de Potenttial Group) en torno a los temas expuestos en este episodio de BM y reflexionamos sobre las tendencias e impactos de la tecnología en nuestras vidas en el presente y el futuro cercano. (Spoilers a continuación).
Términos y condiciones
Uno de los aspectos muy presentes pero ignorados en nuestras vidas es el de los términos y condiciones que aceptamos al suscribirnos a servicios o instalar aplicaciones. Cuando Joan, protagonista del primer episodio de la nueva temporada de Black Mirror, decide emprender acciones legales en contra de Streamberry (plataforma parodia de Netflix) por convertir su vida en una serie, descubre que ella autorizó el uso de su imagen y la publicación de todos los detalles de su vida, los cuales están siendo capturados por su móvil y los dispositivos de su entorno, al aceptar los “Términos y Condiciones” de la plataforma.
Lo que nos plantea esta narrativa es una condición completamente actual: aquella en la que concedemos voluntariamente pero sin prestar atención, todo tipo de permisos a las empresas tecnológicas. Como comenta Engel Fonseca “Es por una parte un abuso de las compañías pero es también una negligencia de nuestra parte al aceptar todo sin realmente detenernos a ver qué estamos aceptando”.
La pregunta aquí es ¿hasta dónde son capaces las compañías de explotar nuestros datos a través de estas cláusulas que solemos ignorar? Por lo pronto, Black Mirror pone sobre la mesa la posibilidad de ver nuestras vidas convertidas en espectáculos.
Desentrañando el mundo de la actuación CGI
El episodio también nos presenta la floreciente tendencia de la actuación CGI, donde se crean réplicas digitales de actores para realizar varios roles. En este caso, una simulación virtual de Salma Hayek está inerpretando a Joan en la serie, asunto que se torna complicado para la propia actriz al ver a su réplica ejecutar escenas humillantes y que dañan su imagen.
Durante las últimas décadas el CGI (Computer Animated Imagery) se ha convertido en la tecnología estándar para crear ambientes y personajes digitales en el cine y la televisión. Una de las últimas tendencias es la de la actuación CGI, mediante la cual vemos actores rejuvenecidos o totalmente recreados digitalmente; algunos, incluso traídos de entre los muertos.
Ya desde que Peter Cushing, fallecido en 1994 “regresó” como Grand Moff Tarkin en 2016 en la precuela de Star Wars “Rogue One” se advertían algunas cuestiones dignas de reflexión por su dimensión ética. En aquella ocasión, fue la familia de Cushing la que permitió la “resurrección” del actor a cambio de una remuneración, cuestión que fue ampliamente discutida por los usuarios y fanáticos al señalar que quizás “resucitar” a los muertos no es del todo correcto “Hoy en día estamos viendo cómo, por ejemplo, Tom Hanks ha heredado su imagen a sus hijos ya que bien podría, gracias al CGI, seguir apareciendo en películas mucho tiempo después de muerto y en ese escenario, seguramente irán surgiendo nuevos cuestionamientos éticos en torno al uso de CGI”. En el caso de “Joan is Awful” el cuestionamiento parece ir dirigido a los propios actores y actrices; advirtiendo un escenario en donde ceder su imagen para ser utilizada en una serie o película podría implicar un uso de la misma que entre en conflicto con el manejo de su reputación y sus relaciones.
Computación cuántica
Convertir, casi en tiempo real, la vida de Joan en una serie es algo que en el mundo de Black Mirror es posible gracias a la computación cuántica. “La computación cuántica, promete revolucionar la forma en que procesamos la información y abordamos problemas computacionales complejos y por supuesto, tiene también el potencial de cambiar la producción de narrativas televisivas, creando imágenes que serán prácticamente indistinguibles de la realidad”
Si bien la computación cuántica se perfila como facilitadora de varias ventajas, los expertos también advierten que su introducción conlleva ciertos peligros que deben abordarse. Aquí las posibilidades parecen ser inabarcables si tomamos en cuenta que esta tecnología está llamada a transformar por completo la informática y las comunicaciones.
De entrada, como concluye Engel Fonseca, “Una de las cosas que podemos esperar de la computación cuántica son nuevos métodos de encriptación, pues en el terreno cuántico la información es básicamente teletransportada. esto desde luego, supone proteger nuestros datos, pero al mismo tiempo quiere decir que aquellos que realizan actividades ilegales serán más difíciles de rastrear; es decir, como otras herramientas, también tiene un potencial que se anticipa peligroso”.
Stay tuned..
En nuestras próximas entregas abordaremos nuevos episodios de Black Mirror y otras series y películas que nos ofrezcan ventanas hacia el futuro cercano. Para estar al tanto sígueme en Instagram.